Lo que parece pausa, muchas veces es preparación. No todo lo importante hace ruido mientras se forma.
A veces, lo único que sientes es que no estás avanzando.
Que estás igual. Que nada se mueve. Que todo lo que haces no alcanza.
Y eso agota.
Pero, ¿y si no estás estancado?
¿Y si simplemente estás en etapa de fundación?
¿Y si todo lo invisible que estás trabajando por dentro es lo que va a sostener lo visible más adelante?
No es que no estés avanzando.
Es que estás construyendo por dentro algo que aún no se puede ver desde fuera.
Estancado es no querer moverse. Quieto es estar tomando fuerza.
Hay procesos que requieren silencio, tiempo y reacomodo. A veces no avanzas porque estás reordenando internamente lo que necesitas para sostener lo que viene.
Revisar límites, soltar un personaje, decir "no", aprender a sostenerte emocionalmente... todo eso es acción.
Puede que no estés publicando, escalando o ganando visibilidad, pero estás construyendo las bases.
No puedes avanzar en una nueva dirección con la mentalidad de tu etapa anterior.
La incomodidad que sientes no es estancamiento: es crecimiento interno que está desordenando todo antes de reordenarse.
No estás estancado.
Estás en construcción.
Y eso también es avanzar. Aunque duela. Aunque tarde. Aunque nadie lo vea.